sábado, 24 de marzo de 2007

El Feminicidio en Ciudad Juárez

Ciudad Juarez sXXI, mas de 600 mujeres desaparecidas, 460 mujeres asesinadas, en la mas optimista de las estadísticas. No es la novela de Bolaños, ni la de Pitarch, ni la Ciudad del Silencio de JLO, ni el comic de Peggy Adam. Es la realidad, la triste realidad que no se atreve a asomar por la pantalla ni por las paginas de las novelas, los distintos autores que han hecho ficción de esta situación siempre temen pecar de crudos y morbosos, las personas que viven en Ciudad Juárez y trabajan con las victimas siempre les responden “se queda Ud corto”.Ciudad Juárez es una ciudad grande, frontera con EEUU, el puente comunica un México acogedor, vital, humilde con los EEUU, ricos, poderosos, impersonales... por encima del Rio Bravo que no conoce nación, dos ciudades hermanas, El Paso y Ciudad Juárez. El Paso es el espejo donde han enseñado a Ciudad Juárez a mirarse, Ciudad Juárez la via de escape de los paseños para lo que no esta bien visto en los bienpensantes USA, alla donde se quiere construir un muro. Los aledaños de Juárez estan construidos de arena del desierto y de casas hechas de adobe y de tablas y materiales de la maquila, los de El Paso de mansiones que se abren con mando a distancia........una alegoria de lo que es la distribución de la riqueza en este mundo. Ciudad Juárez vive en gran medida de la maquila, fabricas de multinacionales dedicadas al ensamblaje, componentes eléctricos....que atrae a muchas personas del resto de la Republica Mexicana con la promesa de un empleo por 200 € mensuales.Pocas personas relacionadas con el activismo de distintas vertientes en este pais desconocen la problemática de las desapariciones, cientos, miles ya, de mujeres de distintas edades han desaparecido en la ciudad fronteriza, desde el año 1993, mujeres jóvenes, niñas incluso, en su mayoria pobres y estudiantes o trabajadoras de comercios, bares y maquilas. Sin embargo en Ciudad Juárez apenas hay signos que hablen de estos asesinatos, hay cruces negras sobre fondo rosa pintadas por toda la ciudad, una gran cruz en una de las salidas del puente y muchas otras en el campo algodonero, pero pocas personas estan dispuestas a asumir que esto ocurre en su querida Juárez, resultado de la campaña de limpieza de imagen de la ciudad de los medios de comunicación y el gobierno local. Intelectuales, profesionales de todo tipo aseguran que no hay un componente de genero en los asesinatos, cuando para ninguna de estas mujeres ha sido probada su relacion con los narcos, incluso hay quien habla de una leyenda urbana.....la misma que relaciona los asesinatos con el chupacabras, con el trafico de organos o con los ritos satánicos. Menuda burla, menuda ofensa, menudo insulto a las desaparecidas.Calderon, el actual presidente de México, recibio a las madres de la asociación Nuestras Hijas de Regreso a Casa hace ya algunos años, cuando era parlamentario, y cuando estas relataron sus experiencias pidiendo justicia, este contesto: “esto no puede estar pasando en mi México”, según cuentan las mujeres de la asociación. Si señor, esto pasa en su México, esto pasa a sus juaritas, esto paso a Lilia Alejandra, a Airis Estrella, a Elena, a Nellba recientemente, cuando su esposo la asesino a ella embarazada, a su hija y a su hermana. Las mujeres son asesinadas en ocasiones por sus maridos, por sus parejas, o por desconocidos, son secuestradas, son torturadas, son vejadas, son violadas, aparecen con la ropa intercambiada, los pechos arrancados, los labios desgarrados, con palos atravesando sus genitales, golpeadas, destrozadas, no me ahorrare detalles escabrosos porque se que de esta manera captare vuestra atención, porque se que tal vez un goteo de mil mujeres pobres no sean causa política suficiente para la intervención internacional. La respuesta que los crímenes obtienen instan a la privacidad, las autoridades dan carpetazo al asunto de varias maneras, o bien manteniéndose al margen por ser un asunto “familiar” o bien deteniendo a cualquier varon susceptible de responder a un patron diseñado por ellos mismos, como fue el caso de Abdel Latiff Shariff Sharif, quien fallecio el año pasado en el prisión de Chihuahua, y que jamas fue reconocido como autor del crimen por la familia de Elizabeth Casto García.Otro mecanismo existente en el entramado de los crímenes de Ciudad Juárez es la culpabilizacion de las victimas, estas son tildadas de prostitutas, drogadictas, ladronas, malas madres.... para justificar su asesinato y de esta manera avergonzar a sus familias quienes no clamaran justicia ni se veran con fuerzas para defender la memoria de sus hijas. Las madres de Juárez se avergüenzan de su dolor, los padres mueren al de poco de desaparecer sus hijas, se enferman de tristeza y no saben como hacer para expresarla. Los niños y las niñas que quedan viven en angustia, en dolor, en desesperanza con una terrible certeza de que a ellas tambien les tocara la tortura algun dia. Los asesinatos y las desapariciones continuan ocurriendo, las autoridades las dan por finalizadas como un fenómeno puntual, pero sus hijas y sus hijos siguen viviendo con vergüenza, con estigma y con pena, con mucha dificultad material y emocional ante una indiferencia brutal de las autoridades. Nadie da una respuesta a las muertes, no hay caras para los asesinos pero es visible que la violencia machista impune es la ultima responsable de las mismas, la libre disposición de las mujeres por parte de los varones. No es un “fenómeno” no es resultado de una ola de violencia, es una consecuencia de la metaestructura patriarcal, es una reaccion brutal, es el consentimiento de la impunidad y la violencia machista sin temor a las consecuencias.
MB
Madrid, marzo 2007

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